Tu autoestima y tu cuerpo están en profunda conexión, cómo te relaciones con tu cuerpo repercutirá en tu autoestima y a la inversa.
Como vimos en esta otra entrada, las emociones que no expresamos se quedan atrapadas dentro de nosotros, de nuestro cuerpo y encuentran otras formas de expresión.
Si tu autoestima está en la cuerda floja, es porque muy probablemente a lo largo de tu vida hayas vivido experiencias y te hayan rodeado comentarios que te hayan hecho sentir que no eras suficientemente bueno, que tu persona no era del todo válida y estas palabras que se han ido quedando grabadas dentro de tu mente también se han ido inscribiendo en tu cuerpo.
Los sentimientos que uno puede tener acerca de su valía personal, suelen ir acompañados de emociones que van en consonancia con ellos. Es decir, si tu sientes que no vales lo suficiente, las emociones que te acompañarán serán más bien negativas: tristeza, frustración, sentimientos de impotencia, de no merecer que te ocurran cosas buenas, de desconfianza, inseguridad, etc.
Lo mismo ocurre cuando uno tiene una sana autoestima, los sentimientos y emociones van en relación y uno se siente tranquilo, feliz, confiado, capaz, ... Todo esto también se expresa y se siente a través del cuerpo.
Quiero mostrarte cómo tu cuerpo influye en tu autoestima:
- A nivel mental generándonos sensaciones agradables, desagradables o neutras.
- A nivel emocional y químico: produciendo sustancias que contribuyen a nuestro bienestar o nos generan malestar.
- A nivel muscular y sistema nervioso autónomo: relajando o tensando los músculos de nuestro cuerpo, velocidad e intensidad de la frecuencia cardíaca, variaciones en la temperatura corporal y llevándonos a sentir unas sensaciones u otras ...
Dicho esto:
¿Te gustaría saber cómo puedes aliarte con tu cuerpo para mejorar tu autoestima?
1# Observa cuál es tu postura corporal:
Nuestra postura corporal es muy importante puesto que refleja la manera que tenemos de posicionarnos frente al mundo, cuando nos sentimos fuertes y capaces, inconscientemente lo transmitimos también a través del físico y nos movemos de una manera más segura y firme.
Lo mismo sucede cuando uno se siente inseguro y desanimado, esto se refleja rápidamente en nuestra forma de movernos.
¿Conoces a alguien con una buena autoestima que camine con el cuerpo encogido y la cabeza agachada?
Observarte y tomar consciencia de tu lenguaje corporal te ayudará a identificar qué es lo que transmites tanto hacia dentro de ti como hacia el exterior, lo cual te permitirá tomar medidas para cambiar.
>> EJERCICIO:
Date la oportunidad de tomar consciencia de cómo te mueves y reflexionar acerca de las posibles repercusiones que esto puede tener en ti.
Ejemplo: te mueves de forma rápida, pausada, cómo hablas, rápida o lentamente, de forma segura o dubitativa, cómo mueves tus manos, caminas con paso firme o inseguro, llevas la espalda recta y la cabeza erguida o tiendes a encogerte, qué postura adoptas cuando estás sentado, qué postura adoptas cuando estás de pie, ...
Si te resulta más fácil puedes acompañarte de un espejo de cuerpo entero en el que mirarte además de captar las sensaciones internas.
2# Modifica tu postura de una forma consciente:
Cambiar no es tarea fácil pero quiero invitarte a que lo pruebes a modo de juego, después de haber realizado el ejercicio anterior.
>> EJERCICIO:
Adopta una postura distinta a la que tienes ahora, de forma voluntaria, cambia tu postura y observa y analiza cómo te sientes. ¿Cómo te ves a ti mismo al adoptar esta nueva posición corporal?
Algunas de las preguntas que puedes hacerte son: ¿Me siento seguro? ¿Me siento válido? ¿Me siento fuerte?
Esta sencilla práctica te permitirá darte cuenta de cómo de una forma incosnciente estás transmitiéndole a tu cuerpo tu estado de ánimo y éste a su vez está favoreciendo que te sientas de una manera u otra.
¿Notas las diferencias con el cambio?
Prueba ahora a moverte y caminar de forma voluntaria de un modo distinto al tuyo habitual, en el que el mensaje que te des a ti mismo sea de "yo valgo", "soy capaz", "soy digno de ser amado", "soy bueno". Envíate mensajes positivos y reconfortantes y verás como tu postura va cambiando de forma sutil. Mejorarás tu autoconfianza.
Si te animas a realizar este ejercicio durante varias horas al día, por ejemplo, durante una tarde, podrás ir viendo cómo tu estado de ánimo se va modulando y aunque hayas empezado el día con tu autoestima por los suelos, ésta se va a ir modificando y poco a poco te sentirás mejor contigo mismo.
3# La importancia de la respiración:
Tu respiración te acompaña en todos los momentos de tu vida, a veces de forma superficial otras de forma más profunda pero siempre está ahí y es algo que puedes trabajar para que te ayude y te nutra.
Las respiraciones conscientes y profundas, permiten oxigenar tu cuerpo y liberar tensiones, te conectan contigo mismo y pueden transmitirte una sensación de tranquilidad y seguridad.
>> EJERCICIO:
Cuando te levantes por la mañana, siéntate en tu cama y realiza varias respiraciones profundas y pausadas, inhala y exhala lentamente y observando cómo el aire entra y sale de tu cuerpo mientras te envías mensajes de confianza y seguridad.
4# La importancia de la risa y la sonrisa:
Cuando uno ríe y sonríe, se siente sereno y feliz. Esto se traduce en tu estado mental por las sustancias químicas que genera tu organismo y también en tu estado físico puesto que en conjunto sientes una sensación de bienestar.
>> EJERCICIO:
Después de realizar el ejercicio anterior de la respiración profunda con los mensajes positivos hacia tu persona. Esboza una gran sonrisa en tu cara. Aunque te cueste o te parezca forzado, te invito a hacerlo. Quizás los primeros días te cueste pero poco a poco te saldrá de una forma más espontánea y esta sonrisa aparecerá con mayor facilidad en otros momentos a lo largo del día.
La risa y la sonrisa van acompañados de sentimientos de confianza y seguridad, sensación de bienestar y esto repercutirá de forma positiva en tu autoestima.
5# Practica, practica, practica:
Pon en práctica los 4 ejercicios que hemos visto hoy si quieres aliarte con tu cuerpo y mejorar tu autoestima.
¿Cómo es tu postura corporal habitual?
¿Te habías dado cuenta de cómo tu cuerpo influye en tu autoestima?
Te espero en el hilo de comentarios.
¡¡Antes de que te vayas!! >> Si te ha gustado esta entrada, me hará muy feliz que la compartas 😉
Te envío un saludo,

Muy buen post!
Estoy de acuerdo totalmente en cómo el cuerpo te permite cambiar tu estado!
Un ejercicio muy bonito, lo pondré en práctica 🙂
Gracias!!
Gracias Ana por tu comentario.
Un saludo!
Laura
Muchas gracias Laura por este post, es de gran ayuda para mi vida, sufri de ataques de panico hace unos años, y la ayuda de una psicologa ha sido fundamental para superarlo. Seguire sus videos y consejos con gusto, gracias por compartir su ayuda profesional.
Tus consejos me hacen mucho sentido, La verdad son cosas simples que nosotros en su momento nos damos cuenta, pero no le damos la importancia que merecen, como nos pasa harto: Saber pero no aplicar, hasta que alguien las señala y nos damos cuenta. Gracias por esto, un abrazo!