Uno de los retos más importantes como adultos es ayudarles a encontrar sentido en la vida, que puedan ir dando un significado a las cosas que les suceden y a los sentimientos que muchas veces les desconciertan.
A lo largo de su desarrollo es necesario que:
- se sientan queridos
- que se les contenga con límites
- darles un lugar para expresarse
- escucharles y
- dedicarles tiempo de calidad.
Pero, ¿cómo podemos ayudarles a nivel psíquico?
Os puedo decir que dedicar un rato a la semana a contarles cuentos es una muy buena opción.
Los cuentos les ayudan a poner luz en su interior y a que puedan conocerse mejor.
Principalmente, los cuentos de hadas cumplen con esta función. Les permiten identificarse con un personaje y reconocer sus emociones, sentimientos, les llevan a situaciones problemáticas presentes en la vida real y de las que la mayor parte de las veces son apartados por la creencia adulta de que alejarlos de los problemas va a contribuir a su felicidad. Nada más lejos de la realidad.
Como bien sabemos, en la vida no todo es positivo, hay situaciones dolorosas y momentos difíciles. Los niños lo ven, lo saben y aunque se les intente ocultar perciben que algo sucede y les angustia no entender qué pasa.
Cuando les contamos un cuento:
- Se identifican con el personaje y se ponen en su lugar a la hora de tener que afrontar adversidades y situaciones complejas.
- Favorece que encuentren fuerzas en su interior y desarrollen su autoestima y seguridad personal, aspectos internos claves ante los vaivenes que presenta la vida y fundamentales para su desarrollo y capacidad de adaptación.
- A los niños les encanta que se les dedique tiempo de calidad donde el adulto esté al cien por cien atendiéndoles y contándoles cosas.
¿Qué mejor opción que coger un cuento para hacer volar juntos nuestra imaginación y fantasear?
Otro aspecto fundamental y muy positivo es que realizando esta práctica, favoreceremos el vínculo emocional con el infante y tanto él como nosotros nos sentiremos reconfortados.
¿Cuál vas a escoger para hoy?
¡Va por todos ellos!
Un fuerte abrazo.
Imagen de London Scout