En esta entrada del blog te voy a contar cómo puedes respirar para mantener a raya tu ansiedad.
Cuando estamos pasando por una etapa de ansiedad en nuestra vida, puede ser que respiremos de forma acelerada sin darnos cuenta, llevando únicamente el aire a la zona superior de nuestro cuerpo.
Y también es muy probable que, sin ser conscientes de ello, por momentos detengamos la respiración y dejemos de respirar.
Debido a toda la tensión que estamos acumulando,, tanto de un modo como del otro, no nos estamos oxigenando adecuadamente y esto repercute en el funcionamiento de todo nuestro organismo. Aumentando, a su vez, nuestros niveles de ansiedad y su sintomatología.
Además, puede originar otras consecuencias en nosotras como, por ejemplo:
- Disminuir nuestras defensas inmunológicas,
- problemas circulatorios,
- problemas en la piel, …
Cuando respiramos de forma consciente, llevamos nuestra atención a la respiración y nos convertimos en observadoras.
Esto, además de permitir regular el ritmo de nuestras inhalaciones y exhalaciones, nos lleva a poner el ojo interno en cómo está nuestro cuerpo, nuestra postura corporal, en si tenemos tensión en alguna zona en concreto, …
Normalmente, cuando tenemos ansiedad, acostumbramos a tensionar la parte superior de nuestro cuerpo sin darnos cuenta y sin ser conscientes de ello.
Llevar la atención a nuestra respiración nos permite mejorar nuestra postura corporal y aflojar tensiones.
Cuando estamos erguidas y tenemos el cuerpo relajado, el aire fluye con más facilidad y podemos ampliar el recorrido de nuestra respiración.
Y mientras esto sucede, y con la práctica, tanto las emociones como los pensamientos también reducen su intensidad. Y al aprender a observarlos y dejarlos fluir podemos desapegarnos más fácilmente de ellos y encontrar, poco a poco, un remanso de paz en nuestro interior.
¿Por qué es recomendable respirar por la nariz?
Si lo hacemos así podemos filtrar las sustancias tóxicas que hay en el aire que respiramos y que pueden ser nocivas para nuestra salud. Esto nos permite reforzar nuestro sistema inmunológico.
¿Cómo tu respiración puede ayudarte con la ansiedad?
Para que tu respiración te ayude a reducir tu ansiedad es preciso que ésta sea completa, es decir diafragmática.
Que observes que el aire entra por tus fosas nasales, pasa por tu faringe, desciende por la tráquea, llenando la parte superior de tus pulmones y, después, bajando hasta la zona abdominal, ampliando así el diafragma y oxigenándate adecuadamente.
En mi audioguía gratuíta encontrarás más información acerca de la respiración diafragmática, además de ejercicios de respiración consciente para superar tu ansiedad que podrás integrar fácilmente en tu día a día.
Procura que tu respiración sea lenta y profunda y que tu exhalación sea más larga que la inhalación, para soltar las tensiones acumuladas en la parte superior de tu cuerpo, y que así, se reduzca progresivamente la velocidad de tu ritmo cardíaco, alcanzando un estado de calma y de bienestar.
De este modo tu cerebro recibirá más oxígeno y esto te ayudará a pensar con más claridad y reducir la sintomatología asociada a tu ansiedad.
Espero que este vídeo y su transcripción te hayan resultado útiles. Si es así, te invito a compartirlo.
Un abrazo.